Es una manifestación de la más elegante sensualidad en la mujer y en el hombre.

El tango se empezó a bailar en los suburbios de Buenos Aires, y poco a poco fue consiguiendo popularidad hasta convertirse en un género de naturaleza global, conocido y bailado en casi todas partes del mundo.

Si eres mujer, lo único que necesitas para las clases es un zapato de tacón alto y ganas de aprender, y si eres hombre, un calzado de suela de piel, para que se deslice y te permita hacer los movimientos en una forma más estilizada.